martes, 21 de diciembre de 2010

Una noche de navidad.............

Era una bella noche de navidad, con estrellas en el cielo tapadas por una neblina grande, música sagrada en partes, cantos al lechón y al alcohol en otras, y jolgorio por un tubo y siete llaves. Todo estaba tranquilo y festivo en una noche cualquiera de navidad en Puerto Rico, con la excepción de la casa de los Pagan, en donde todo estaba apagado y tranquilo, con los niños en la espera del hombre de rojo y blanco que le iba a llevar sus regalos. No había ruido, los niños estaban en la cama, y René y Denise estaban acostados en su cama, uno en cada extremo, halando la corcha a cada lado, retando al controlador de ella. En la casa el silencio fue interrumpido, primero se pensó que venía de la fiesta del vecino, pero al volver a sonar, el ruido levanto las sospechas de René.
"Mi amor, ¿estás poniendo regalos?"
"¿Cómo te atreves a preguntar eso estando yo al lado tuyo?"
"¿Los nenes están dormidos?"
"Que se yo, chequea tu. Mas, eras tú el que tenía que poner los regalos. ¿Tanto efecto te hizo la Palmolive?"
"Tú eres la única que la llama así todavía. Tienes razón, era mi turno este año. ¿Y que es ese ruido entonces?"
René se levanto de su cama, con su nivel de sospecha al máximo, busco su escopeta, y salió a la sala de su casa, a ver cuál era la conmoción en esa noche de navidad. La casa no era muy grande, pero su paso fue tan lento como los de una tortuga pariendo, que parecía el camino de una mansión. Con la pistola en alto, seguía escuchando el ruido, y mientras más se acercaba, mas y mas se formaba una silueta grande doblaba frente al árbol de navidad, en donde había dejado los regalos, y posiblemente la vista de eso volvió al héroe sobrio. El hombre se paro, se viro, y René apretó el gatillo rápidamente, haciendo que el hombre cayera en un instante. Denise salió corriendo del cuarto, con su nivel de sorpresa al máximo. El ruido de la bala fue inmenso, y René señalo al cuarto de los niños. Estaba un hombre gordo tirado en el piso, y por su ropa roja y blanca, René pensó que lo baño de sangre, pero lo que hizo vio fue mucho peor para si mismo. Denise salió, asintió que si, estaban dormido los nenes, y las palabras de René salieron como la bala de su disparo, con un efecto metafórico igual.
"Acabo de matar a Santa Claus...."
Denise se quedo mirándolo por un minuto, mientras su cerebro procesaba la información que acababa de recibir. No era una noticia común en su diario vivir, y mucho menos en una noche de navidad.
"¿Mataste a quien?"
"¿Estas sorda? ¡A Santa Claus! ¡Acabo de matar la razón de vivir de los niños......."
Denise se acerco más, cautelosa, por miedo de la perdida de razón de su esposo y un ataque de sicosis, y no quería ser la próxima victima en esa noche de navidad.
"René.....René.....mírame. ¿Por qué dices eso?"
"Si en una media noche de navidad hay un viejo gordo, vestido de rojo y blanco, barba blanca, doblado poniendo regalos, y lleno de felicidad, ¿quién carajo mas voy yo a insinuar que es?"
"Verifica si hay una bolsa, cartera, no sé, el no puede ser Santa. Verifica los bolsillos. Debe tener una identificación."
René se movió al área del bolsillo, tratando de salir de su trance y seguir las instrucciones de su esposa. Hacia frio, y sentía frio, y un cuerpo frio en el piso de su sala era lo último que necesitaba. Al doblarse a ver el bolsillo, su ojos captaron una bolsa roja, y paro su búsqueda del bolsillo a ver el contenido de ella. Al acercarse, el rojo brillante de la bolsa lo dejo estupefacto. La levanto con fuerza, y vio que era más pesada de lo que esperaba. La abre, y hay un poco de sorpresa en su cara, y Denise ve que saca unas cartas, todas iguales. René las lee detenidamente, con sus ojos moviéndose de lado a lado con una rapidez increíble, y releía la carta una y otra vez. Estaba boquiabierto.
"¿Qué dice?"
"Nos vamos al infierno."
"¿Eso dice? ¿Matamos un pastor? Como quiera, el que se iría al infierno eres tú, yo no lo mate. ¿Qué dice? ¡Acaba y dime!"
"Queridas familias: Este es tu amigo Santa Claus. Primero, feliz navidad. Segundo, feliz año nuevo. Después de tantos años de silencio, al fin salgo del retiro. Fue un tiempo en el que necesitaba descanso, y un plan nuevo debido a como ha crecido la humanidad y la complejidad de las peticiones. Ya tengo todos los duendes disponibles para servirles. Sé que mi silencio ha causado dolor de cabeza y financiero para los padres. Sé que muchos niños, y el mundo en general, perdió su inocencia. Por todo, perdón. Desde el próximo año, vuelvan a pedir, que les llevo los regalos. He vuelto. ATT. Santa Claus."
La pareja se miro con gran sentimiento de culpa. René estaba tan rojo como la nariz de Rudolph, y la bolsa cayó de sus manos al piso.
"Hay miles de cartas....."
"Tranquilo....."
"Miles......"
"Tranquilo......"
"Me voy al infierno....."
Denise le dio una cachetada. Eso lo despertó del trance infernal en el que se encontraba.
"Ya estoy bien....No es todos los días en que uno mata a Santa, y en fucking navidad de todas las fechas, dame break...tenemos al padre de la navidad aquí, muerto en nuestro piso...."
"René, estoy asustada...."
"¿Qué vamos a hacer? Hay que quemar las cartas, limpiar la sangre de los regalos y el piso, velar que los nenes no se levantes..."
"Nos estamos preocupando demasiado por lo menos que debemos preocuparnos. Antes que nada, hay que eliminar el cuerpo. Si esta el cuerpo, lo otro no importa. Se puede  decir que jugábamos con kétchup y se rego. Hay que eliminarlo, y ahora."
¿Cómo propones eliminar el cuerpo?"
Se quedo pensando por un minuto Denise. Los minutos parecían horas, y el reloj corría en su contra. Se fue al cuarto de los nenes, y volvió.
"Están dormidos todavia. O.K., esto es lo que tenemos que hacer: quemar el cuerpo en acido."
"¿Donde carajo vamos a conseguir acido una madrugada de un 25 de diciembre? El hombre mágico es el muerto, yo no."
"¿Tú no eres nuestro químico? ¡Pon esa maestría de química a trabajar! ¡Inventa algo!"
"¡Eso no me hace un experto en quemar cuerpos! Aunque tuviera los químicos no es así de fácil....Mas, ¿por qué no pones tu doctorado en física trabajar? Haz una bomba, y explota el cuerpo en pedazos. Tal vez en cantitos sea más fácil de desaparecer....."
"No seas ridículo..."
Al decir lo ridículo que era, a ella se le brillaron los ojos, como si hubiera tenido una gran idea, y se le hubiera prendido una bombilla fosforescente. Fue corriendo a la marquesina de la casa, y poco a poco fue buscando diferentes utensilios, todos en este orden: una sierra eléctrica, una sierra manual, una caja, una pala y una cajetilla de cigarrillos. Saco uno de los cigarrillos, lo prendió, y lo pudo en la boca de René, trayendo otra luz al lugar, y dando una mejor vista al cuerpo. Dio un halon rápido al cigarrillo.
"Hoy creo que fumo dos "lighters". ¿Por qué todo eso?"
"El problema principal es el cuerpo, ¿no?"
"Aja...espérate, no es lo que estoy pensando. Por favor, dime que no...."
"Si, vas a tener que poner tu diploma de carpintería en uso, ya que hay que eliminar el cuerpo."
"¿Pero es necesario cortarlo? ¡El comentario de los pedazos era sarcástico!"
"¿Qué más opción tenemos? No lo vamos a enterrar...."
"Llama la poli..."
"¡No! No mataste a cualquiera, este es Santa Claus. Esto es como un acto de traición a un país."
"Pon tu segundo bachillerato en sicología a funcionar, yo no puedo hacer esto."
"Si puedes."
René cogió otro cigarrillo, y siguió fumando. Pensó, pensó y pensó, pero tenía que actuar rápido.
"Ok, ok. Pero no podemos usar la sierra eléctrica, se despiertan los nenes."
René se acerco al cuerpo, con la sierra manual que Denise le dio. Con el cigarrillo en la boca, buscaba un espacio donde pudiera doblarse si ensuciarse mucho con sangre. Seguía alumbrando con el cigarrillo, y al acercarse al cuerpo y ver la cara, tuvo que alejarse. Fue al brazo para empezar, y se alejo. Fue a las piernas, y se alejo. Ni siquiera un corte de la barba pudo hacer. El cuerpo se veía gracias a la luz del cigarrillo y las luces del árbol de navidad, y tenía una sonrisa, uno sonrisa que pocos cuerpos tenían al morir.
"No puedo Denise, no puedo. Es demasiado...."
"Piensa en que nunca te dio lo que pediste."
"Siempre me regalaban lo que queria. Mi padre era jefe de una compañía de tenis, y tenia conexiones con jugueterías."
"Te refieres al viejo que me coge las nalgas en todas las fiesta de navidad. Pero, piensa en cómo Santa nunca te dio un regalo inmaterial."
"Bueno, yo le pedí a Santa el final del "Desert Storm", yo pedí un hermano, pedí ver la teta de una extraña, y se concubio. Y lo más importante, le pedí una mujer para amar, y apareciste tu."
"¿Tu creías en Santa a los 19 años?"
"Tenía derecho a pedir, y se dio. Y quieres que le corte el cuerpo al responsable de todo lo bueno."
"¡Pero el papel dijo que no hizo nada hasta este año!"
"Si es tanto problema, toma, hazlo tu."
Denise cogió la sierra, y no hizo nada más que acercarse tres pasos, tocar la sangre con el pie, y volver para atrás.
"Ok René, hombre brillante. Si no lo cortamos, ¿qué idea propones?"
"¿Donde?"
"Atrás. Aprovechemos el hoyo que hay por las reparaciones, lo metemos y vemos que hacemos con él en la tarde. Los vecinos están borrachos, así que podemos pasar sin preocupaciones."
"¿Tú crees que no se van a dar cuenta de un tipo muerto siendo arrastrado?"
"¿Has visto "Weekend at Bernie's"?"
"¡Esto no es una jodia película! Para hacer otra referencia a películas, yo no soy el "Cleaner" de "Pulp Fiction", ¿ok? Espera......vamos a hacer esto: hala el cuerpo hacia afuera y yo limpio."
"Voy, voy."
Con el plan hecho, cada uno se fue a cumplir su cometido, su misión para salir de la situación. Denise vio los nenes por segunda vez, asegurando que estén dormidos, y cerró la puerta. Mientras buscaba cosas para limpiar, René buscaba una posición para poder halar el cuerpo hacia afuera. Fue al área de los brazos, pero debido a los cerca de la cabeza, decidió que no. Fue a las piernas, y prefirió que los ojos del muerto no lo miraran. Empezó a halarlo, y no podía moverlo. Denise movió los regalos y los limpio, y René seguía halando en vano el cuerpo del muerto que simplemente no se movía. Al fin, decidió dar un halon aun más fuerte, y lo que hizo fue resbalarse y tumbar el árbol de navidad, que cayó encima de Denise, que le pasaba mato a la sangre. Tiro el mapo al piso, arreglo el árbol fue un milagro de navidad que ningún adorno se cayó al piso.
"¿Tu piensas dejar te tumbar la casa?"
"¡Ayuda entonces, coño! El pesa debido a todas la galletas que come de casa en casa. ¿O es venado lo que come?"
"Toma un cigarrillo que se acabo hacer rato el que tienes en tu boca. De milagro no te quemaste."
"¿Por qué no ayudas?"
"Soy mujer, y tu hombre."
"¿Y? ¿Ahora es que hay diferencias de sexos? Yo pensé que éramos todos iguales delante de los ojos de Dios, y la ley...."
"Cállate, cállate, ¡FINE! Te ayudo ahora."
Ella fue al cuarto, y René prendió otro cigarrillo, tratando de romper su record de cigarrillos fumados. Ella volvió con unas gafas, que se las puso al muerto y le puso una gorra de beisbol.
"¿Y eso?"
"Gafas y una gorra, tu sabes, como "Weekend at Bernie's""
"¿Ya soy inteligente?"
"Dale, vamos a empezar."
Los dos empiezan a halarlo por las piernas, Denise en la derecha, René en la izquierda. Con poco trabajo lo sacaban de la sala, salen por la puerta que da a la marquesina. Siguen moviéndose, respirando frecuentemente, pero con cuidado de no escupir el cuerpo. Antes de salir para el patio, René le señala a Denise la casa del vecino para que verifique como están, ya que solo había una pequeña reja entre casa y casa. Denise se asoma y vuelve rápido.
"Están todos dormidos en el piso. Por precaución, vamos a treparlo a nuestros hombros, como si estuviera borracho."
"Pero pesa...apesta...tiene sangre..."
"¡Tal vez ni se den cuenta! La sangre no se va a notar por la ropa, que es roja."
Trataron y trataron, pero no pudieron levantar el cuerpo del piso. René busco un carrito, y con el pudo al fin levantar el cuerpo, y cada uno lo puso en su hombro. El hombre pesaba, pero la desesperación, y adrenalina, siguieron moviendo rápidamente a la pareja por el patio.
"Ey, cuida'o con el cabrón ese....dile a Santa que se le olvido esto...."
Se viraron, y era el vecino despierto, mirándolos con ojos de cristal y una botella en su mano. René y Denise se quedaron mirándolo. El vecino puso la botella en el piso, volvió a su casa, y se cayó al piso. La pareja suspiro, y siguió moviéndose hasta tirar el cuerpo en uno de los hoyos que habían en la parte de atrás de la casa. Al fin dieron un buen respiro.
"René, échale la tierra, yo limpio adentro, son casi las cinco, los nenes se despiertan como a las seis. Te traigo la pala ahora, y terminamos esta pesadilla."
A lo que Denise volvía con la pala, a René el tiempo le pareció eterno, y miraba a la cara del cuerpo triste, todavía en estado de "shock". Denise volvió con la pala y se fue, y empezó a echarle la tierra con ella René rápidamente, debido a lo poco que faltaba para que saliera el sol. Los minutos eran largos, cada tiraba de tierra más pesada que la otra, pero lo siguió valientemente hasta que el cuerpo quedo cubierto. Escucho a Denise volviendo, la vio recogiendo la botella de alcohol que dejo el vecino en el piso y tomando un sorbo de ella. René hizo lo mismo.
"Todo limpio adentro."
"Todo enterrado afuera."
Los seguían mirando, el hoyo.
"René, esto me pone a pensar."
"¿Sobre como nosotros no sabemos nada de la vida? ¿Sobre sorpresas que pueden haber al final del camino? ¿Sobre como nosotros no sabemos que existe y no existe? ¿Sobre qué vivimos en un mundo que trata demasiado de madurar, perdiendo su inocencia, que es posiblemente la alternativa para poder vivir todos en paz y armonía? ¿Sobre la existencia de cosas que pensábamos que eran mentira o infantiles, como monstruos, hadas, y más importante, Dios?"
"No, nada de eso. Me pone a pensar en cómo los forenses pasan trabajo limpiando en su trabajo, y qué hacer con el cuerpo."
"Ah, eso también. Vamos, que creo que oigo los nenes."
Los dos volvieron a su casa, y adentro vieron a sus hijos abriendo los regalos, todos felices y contentos, sin preocupaciones y problemas, como si la noche fuera una calmada. Uno de los niños dejo el juguete y se acerco a la bolsa del muerto, donde la movió y viro su contenido en el piso. Salieron cartas y varios regalos. Denise y René no lo podían creer, casi lloraban al ver más regalos. Al momento, sonó el teléfono de la casa, haciendo que René y Denise fueran al cuarto a esconderse, contestando el teléfono en "speaker".
"Hello."
"¿René? Es tu hermano Ricky."
"Creo que puedo reconocer tu voz."
"Te escuchas extraño. ¡No me digas que te paso a ti también!"
"¿Qué cosa?"
"Escuche en las noticias que en tu urbanización estaba pasando un hombre vestido de Santa Claus, y se metía de casa en casa robando los regalos y dejando una estúpida carta, en todos lados la misma carta. Esa carta confundía mucho a la gente, y por eso no se reporto casi nada hasta esta mañana. Idiotas, creyendo en Santa. ¿No te robaron?"
"No."
"Pues, tienes suerte. Ten cuida'o. Si quieres ven pa'ca y estamos un rato, mejor que estar en aquel revolú."
"OK." y colgó.
Denise y René se miraron fijamente. René se levanto, busco su marihuana que tenia para momentos tensos, y comenzó a fumar. Denise se recostó de la pared.
"Cuando me termine este pasto, voy a meterme algo más fuerte."
"Yo llevo los nenes a casa de Ricky ahora. Después vemos que hacemos."
"Te espero. Yo llamo a la policía de camino."
"Feliz navidad Denise."
"Feliz navidad René."
Y René se quedo dormido, y Denise volvió a la casa, y los dos estuvieron durmiendo, por ese día de navidad.

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