2012: el año que nada especial pasó. Se puede decir que todos los años uno
aprende cosas nuevas, conoce nuevos amigos, adopta personas como hermanas, ve
cosas nuevas, es impactado por algo, etc. Más importante que eso son las
lecciones que uno aprende sobre sí mismo. Ya estamos a final de año, y
como estoy seguro que nada más interesante pasara, compartiré con el mundo
cosas que he aprendido, y quién sabe si te inspire a ti a
reflexionar sobre tu año.
Este año pudo haber terminado
todo…y yo pude estar ahí…
El 2012 fue una de las famosas fechas donde todo iba a terminar, gracias al
calendario Maya (prometo no hacer el comentario obligatorio de que si sabían
cuando se iba a acabar el mundo, porque no adivinaron que iban a desaparecer).
También estaba la predicción de que si no se acababa el mundo, que iba a haber
un nuevo renacimiento. ¿Qué me pasó ese día? Termine pasando el ¨arcade¨ de
Superman mientras comía un hamburguer. Me quede con las ganas del final del
mundo y un nuevo renacimiento espiritual donde íbamos a ser como los gatos
azules de ¨Avatar¨ y correr en taparrabos por isla de Mona.
Aun sabiendo que no iba a pasar, ¿era el único con esperanzas de que pasara
algo? No sé tú, pero a mí no me molestaría ver el final del mundo. Estar ahí
debe ser una experiencia tan brutal que ni podrás contarla. Te dejaría sin
palabras. No habrá forma de describirla. ¿Y cómo terminaría el mundo? Tantas
opciones. Pero me quede con las ganas de ver el final, y tengo que contentarme
con morir de diabetes a mis 50. A ver si aguanto hasta el último día del
planeta.
Creó que tengo un gen de padre…
Hay un político dentro de mí…
No existen películas cortas…
No sé si es un patrón normal, o es algo que empezó este año, pero ya no
existen películas cortas. Todos los “blockbusters” del 2012 duraron dos horas y media o más. Es
como si todo el mundo quisiera hacer épicas. De la perfección de “The
Avengers”, al final exquisito de “The Dark Knight Rises”, la innecesariamente
larga “The Hobbit”, hasta lo último de Tarantino “Django Unchained”, y el
musical de dos horas y media (si, de canciones sin dialogo) que es “Les
Miserables”, es como si las películas de hora y media no salieran al cine ya.
Sin embargo, dos de las mejores películas que he visto este año, “Moonrise
Kingdom” y “Red State”, son películas cortas de hora y media. No es que llore películas
cortas, pero hay demasiadas épicas saliendo. No es una queja, es solo algo que
aprendí.
Estoy creciendo…
Este año me di cuenta de lo siguiente: estoy creciendo. Ya el 2013 termino
mi bachillerato (si la UPR no me da problemas), y ya poco a poco entro a la
edad donde debo ser responsable y ser un miembro productivo de la sociedad,
en vez de ser la plasta que roba aire hoy día. Pronto el llegar a una fiesta
formal en mahonés y decir “perdonen mi vestimenta, soy un idiota de 20 años” se
acaba. Pronto tendré responsabilidades mayores. Pronto tendré que escoger que
hacer con el resto de mi vida. Ya tengo que hacer los movimientos necesarios
para ver qué voy a hacer con este cuerpo grande. También tengo en cuenta que la
edad de poder hacer alguna estupidez (como desaparecerme del país, tener una
aventura en el mundo, robar un carro, dormir hasta tarde) ya está llegando a su
fin.
¿Saben qué? Poco a poco lo voy aceptando. Este año que viene será el que
decidirá que hare por lo menos en los próximos cinco. El 2013 es uno en el que
tendré que pensar y hacer sabias decisiones. Es el año donde termina una etapa
importante, y tendré que cruzar al otro lado haciendo el mínimo de error
posible.
Literalmente debe ser la preparación para el próximo proceso que viene
pronto: sea escuela graduada, trabajo, o convertirme en prostituto. Perdí la
línea de lo que decía al principio…
Ah sí, que en el 2012 aprendí que estoy creciendo. No sé si es para bien o
para mal, no me preguntes, porque no tengo ni la más mínima idea de que me
depara.
Solo sé que tratare de ser lo más responsable y maduro posible en este
proceso transitorio de mi vida, cuando al fin llego al mundo real. Ahí esta parte de lo que aprendí en el 2012. Quería presenciar el final del mundo, me enteré que quisiera participar en la política alguna vez, que tengo un padre dentro de mí, que las películas están muy largas para mis nalgas y que me estoy poniendo viejo. No suenan como malas lecciones. A ver que me espera el 2013.
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