Era un día normal en el Tren Urbano para mí. El sol brillaba, y entré, como siempre hago, con audífonos en el oído, con la esperanza de que la mujer que ignore hace tiempito no me vea. Estábamos todos sentados, ignorándonos de parada en parada. Mis oídos estaban muy ocupados escuchando al grupo de amigos suplentes de "Tell 'Em Steve-Dave", porque soy tan 'cool' que solo escucho 'podcast' que nadie conoce. De momento, el tren hizo su parada rutinaria, y ahí entro él. Un nene de "high", con la madre de los fronte, entró al tren. Tenía lo que un viejo amigo mío llama "un piquete hijo de puta". Entro con una manera y estilo que yo pensé "Wow, ese cabrón debe estar haciendo 'show' a una mujer o tipo que esta detrás de él". Su actitud me decía "Mírame, llegue y tengo bolas grandes, mírenme, soy un cabrón". Pero nadie lo miraba, nadie lo seguía, y se quedaba en su fronte, en su actitud. Me pregunte si tenía problemas, porque tanto 'show'. Tal vez vivía su vida como si fuera un teatro. En una me empezó a mirar mal a mí. Lo único que sé es lo siguiente: no entiendo su fronte o 'flow'.
El concepto es uno bastante sencillo, y creo, palabra clave, CREO, que lo entiendo: frontear es basicamente tener una actitud fuerte ante todo, como la de un nene testarudo de cinco años. Es demostrar que eres el que manda y que tienes el bicho grande(eso me dijo un amigo mío, no me citen). Al igual que un perro que mea, una persona marca el territorio amenazando y frontiando. Aunque orinar el lugar seria más efectivo y menos violento. Uno frontea porque es necesario para sobrevivir. Yo no fronteo porque no es necesario para mí: soy un pendejo de naturaleza, o lo que se llamaría pendejo en la calle. Trato siempre de cuidarme, no meterme en problemas, evitar peleas a toda costa, y prefiero usar la boca y letras para atacar en vez de los puños o pistolas. Tampoco me gusta herir físicamente, y me gusta sentarme y hablar para resolver un problema. Hablando se resuelven las cosas, en mi opinión. Básicamente, soy un pendejo. La calle no es así.
En la calle es un poco diferente la cosa. Como estuve en escuela pública nueve años, siento que soy la autoridad en el tema. Es un mundo diferente, ya que hay que demostrar quién es más hombre. No puedes dejarte pisotear porque...¿tienes que demostrar que eres más fuerte? También está el aspecto de...¿qué eres mejor por qué dices que eres mejor? Ahora que lo pienso, es para que no te peguen un tiro en la calle a las 4 de la mañana. Aunque si fronteas, provocarías que te peguen un tiro...Así que para que no te peguen un tiro a las 4 de la mañana por frontear, ¿no debes frontear, pero para no frontear debes frontear lo suficiente anteriormente? Por lo que entiendo, no soy un experto en el tema.
Yo no tengo nada en contra del fronteo. Al contrario, el fronteo es tan necesario como sacar alas si eres un pájaro. Darwin lo dijo, y ese tipo sabe mucho. Todo es sobrevivencia. Solo pienso que ya hemos llegado a un extremo. Ya no fronteamos para sobrevivir ni en momentos que es necesario, sino TODO el tiempo. Nos hemos convertido en una sociedad frontiadora, donde los hombres parecemos que lo tenemos chiquito y las mujeres que tienen las hormonas altas todo el tiempo. Eso es un problema. Algo necesario se ha convertido en algo rutinario. Es como cuando te ganas una Pepsi gratis en una maquina: deja de ser divertido si pasa siempre y te da piedras. Esas piedras duelen con cojones, no sé si saben.
Frontiar debe ser algo especial para situaciones importantes. Si te quieren tumbar el punto, frontea. Si te quieren quitar una posición en el trabajo, frontea. Cuando te griten mamabichó, frontea. Si orinas y te están mirando, frontea, o orínale la cara a la persona, ¿quien le manda a mirar?. Si te quieren quitar tu juguete, frontea. En las situaciones de fuerza o inmaduras, debes frontear un poco. También debes velar no hacerlo demasiado. No debemos olvidar que las personas que frontean demasiado normalmente tienen cinco años o lo actúan.
El problema más grande del fronteo es que se ha convertido en algo eterno, como el joven del tren que mencione hace par de párrafos atrás. Si te olvidaste, vuelve al primer párrafo o verifica tu memoria a corto plazo. Este joven adolecente caminaba con una actitud como si fuera dueño del tren. Se estaba viviendo este papel aun cuando no era necesario. ¿Qué iba a sacar con tener una actitud así en el tren? ¿Conseguir una silla más rápido? ¿Enamorar a alguien? ¿Buscar una excusa para pelear? ¿Siempre está a la espera de meterse en una situación? ¿Más respeto? ¿Darme una idea para una entrada de 'blog'?
Lo único que se es lo que recibió de mi: una risa. Me hizo reír como nunca. Cada vez que veo estas actitudes, nosotros los residentes no fronteadores (o los que ellos llaman "los pendejos", olvidando que nosotros los pendejos simplemente le damos un pase) no los respetamos. Nos hacen reír (obviamente a escondidas, ya que realmente nos meten miedo). Esta actitud hasta se imita, y nos reímos. Se apuntan siempre primero como los culpables de todo (aunque posiblemente un pendejo fue el que causo el problema grave. Siempre nosotros jodemos todos). Son el chivo expiatorio. La actitud no es respetada, no se consigue nada, y simplemente me dan material a mí para reírme de ellos. No entiendo su 'flow' innecesario.
¿Cual es el punto de todo esto? En realidad no sé. Tal vez una manera de yo mismo explicarme porque el tipo de la escuela superior me miro mal en el Tren Urbano al yo mirarlo y reírme de él. O tal vez es mi manera de demostrar que pienso socialmente además de cosas como lo que paso en el final del 'show' "Breaking Bad" y sobre por qué carajo no gane el concurso del cuento de El Nuevo Día, cuando claramente el cuento ganador fue una mierda copiada de Cortázar...Debí haber fronteao al periódico. La lección más importante es: solo frontea si piensas que vas a ganar algo concreto. No frontees si crees que te miraron gracioso. Posiblemente te miraron así porque estas fronteando sin razón. Así seremos un país mas feliz.
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